Incluye un análisis genético avanzado que estudia mutaciones en genes específicos asociados a un mayor riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer hereditario, como el de mama, ovario, colon, próstata, páncreas, entre otros. Este estudio permite identificar de forma temprana si una persona ha heredado alguna alteración genética que aumente su susceptibilidad a desarrollar estas enfermedades, incluso antes de que aparezcan síntomas. El análisis se realiza a partir de una muestra de sangre o saliva, y los resultados son evaluados por un equipo de especialistas en genética.
Además, el servicio incluye una consulta genética personalizada donde se explican detalladamente los resultados del test y sus implicaciones clínicas. En caso de detectarse alguna mutación relevante, se ofrecen recomendaciones médicas adaptadas, como programas de vigilancia más intensivos, cambios en el estilo de vida, o incluso medidas preventivas como cirugías profilácticas. Este enfoque proactivo permite a las personas con antecedentes familiares tomar decisiones informadas para reducir el riesgo o detectar el cáncer en etapas muy tempranas, cuando las probabilidades de tratamiento exitoso son mayores.